En este nuevo complejo residencial ubicado en Milán, el volumen blanco del edificio en forma de L sigue el ritmo que marcan las puertas, ventanas y amplios porches. Gracias a estas características, se da respuesta a las nuevas necesidades de la vivienda: más luz natural, la presencia de balcones y la continuidad visual con el paisaje. Los parapetos de protección de los balcones y recintos de cierre están hechos en chapa de metal estirado de color oro-bronce.